Dante Pinal.-
Un culto más a la personalidad del presidente López Obrador, son las monedas que acuñadores mexicanos están elaborando con la figura del primer mandatario, las cuales se venden en un promedio de 100 pesos a través de internet.
Aunque las monedas, que empresas mexicanas de níquel, se encuentran produciendo las monedas pro AMLO, para festejar los tres años del régimen de la 4T, no deja de llamar la atención que, cuál si fuese emperador romano, el presidente cae en la tentación de la reverencia a su persona, aunque sea solo en monedas conmemorativas.
Este homenaje de níquel a la investidura presidencial, dista de los cuestionamientos que López Obrador ha hecho en los últimos tres días de la “derechizacion” de la propia Universidad Nacional Autónoma de México.
La rendición al culto presidencial no se asemeja en nada a los diversos ataques vertidos desde la tribuna mañanera a la libertad de enseñar, investigar y difundir la cultura de una Universidad que se encuentra entre los primeros lugares de las instituciones educativas a nivel mundial, aunque sus corifeos publiciten, sin razón alguna y con burla de muchos , que las universidades del Bienestar es lo mejor del país.
El enjuiciar a la UNAM a cambio de 30 monedas de níquel con la figura del presidente, es un rechazo ilógico a la institución que, sin saber quién era, le abrió las puertas como un estudiante más, sin predecir qué sería uno de sus críticos más severos en la historia moderna.

En todas las asignaturas universitarias se lee, se aprende y se comprende, las diversas corrientes políticas e ideológicas. De cada una de ellas enseña lo positivo, lo bueno, pero también se analizan sus errores, de ahí la libertad que el alumno tiene para definir su propia personalidad.
El propio rector Enrique Graue tiene que salir al paso para detener las descalificaciones hacia la UNAM. Afirma que la UNAM forma cuadros competentes y comprometidos con la nación.
Para los que tuvimos la fortuna de pasar por las aulas universitarias, los ataques mediáticos presidenciales no solo fomentan un rechazo más a la forma de hacer política de la 4T, el orgullo de pertenecer a la UNAM, de ser puma, va más allá de las críticas sin razón de un poder que busca obtener una aprobación que va de caída.
De la propia UNAM han salido prominentes investigadores, científicos, doctores, matemáticos, poetas, escritores, químicos, antropólogos, es un orgullo afirmar: soy puma de corazón.
Por eso: ¡Goooooya, goooooya!
Deja una respuesta