Dante Pinal.-
Desde el mediodía de ayer, a través de los hashtag #Prensa Sicaria y #Prensa Golpista, los seguidores de la 4T dieron con todo a empresas de comunicación, periodistas, columnistas y articulistas, que están en contra de los preceptos e ideología de la presente administración.
En la mañanera, el presidente López Obrador inició su contraofensiva, al presentar un recuento de notas negativas publicadas en siete diarios.
Para gusto y regocijo de los AMLOvers presentes en las conferencias matutinas, el ejecutivo acusó que, de 148 textos sobre la 4T, el 66 por ciento de las columnas políticas son en contra de su ideología, 21 % neutrales y solo el 10% positivas.
Es importante señalar que para hacer una valoración de cuales son las notas en contra o a favor, quien lo realiza debe tener un juicio imparcial y analítico para poder emitir una evaluación precisa sobre los textos periodísticos.
De lo contrario, se puede caer en un análisis parcial y a modo de quien lo solicita y con ello se inicie una campaña en contra de los comunicadores, tal como sucedió el día de ayer con los mencionados hashtags.
Es cierto que la mayoría de los artículos y comentarios periodísticos difieren del actuar gubernamental, especialmente en estos momentos de pandemia y colapso financiero.

Sin embargo, el presidente y su equipo de trabajo deben ser tolerantes a la crítica constructiva, sin caer en apasionamientos que solo conllevan al linchamiento de periodistas y comunicadores.
El presidente se ha quejado infinidad de ocasiones de la prensa “chayotera”, también ha declarado que todos los ataques son porque su gobierno ha dejado de entregar elevadas cantidades de dinero a las empresas de comunicación.
¿Acaso los columnistas y editorialistas de este país tienen la consigna de sus jefes para atacar continuamente al presidente? No lo considero así, la mayoría de los periodistas trabajan sin consigna y ejercen su libertad de expresión a través de sus análisis periodísticos. La opinión en contra o a favor de las acciones gubernamentales, son responsabilidad de quien lo escribe.
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