
El gobierno y las agencias de seguridad de Estados Unidos participan y fuerte, en la persecución contra los líderes del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), porque lo consideran uno de los grupos delictivos más peligrosos en la actualidad.
La DEA está tras los pasos de Nemesio Oseguera, El Mencho, desde hace tiempo. Hay una recompensa de 10 millones de dólares a quien proporcione información que lleve a su captura.
En febrero de este año, Rubén Oseguera “El Menchito”, hijo del líder del grupo criminal, fue extraditado a los Estados Unidos, para ser juzgado, en una corte federal en Columbia, Washington, por conspiración para traficar droga.
El 11 de marzo, Brian A. Benczkoski, director adjunto de la agencia, explicó que una larga operación (Python) culminó en la detención de 700 personas vinculadas al cartel de Jalisco y que operaban en suelo estadounidense y con el aseguramiento de 20 mil kilos de drogas sintéticas.
La operación “Agave Azul”, que se realizó en colaboración con las autoridades mexicanas y en particular con la Unidad de Inteligencia Financiera, anunciada en junio, llevó al bloqueo de mil 939 cuentas, en uno de los golpes más fuertes que se ha dado al CJNG.
El interés de la DEA se refleja en la propia acción de las autoridades mexicanas. Ante peticiones de colaboración de esos niveles, no se pueden argumentar estrategias nacionales. Más bien hay que acoplarse a esquemas globales.
Por eso, entre otros motivos, es que existe una presión fuerte en contra de la organización de Oseguera y de ahí los niveles de violencia que se han desatado y que tuvieron su clímax en el amanecer del viernes, en la Ciudad de México, cuando sicarios trataron de matar al jefe de la policía, Omar García Harfuch. (Julián Andrade)
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