Paraíso

Nav Melech.- Esta es la historia del niño que aprendió a vivir en mis ojeras por siempre. Su nombre me lo dijo una vez, y nunca más lo repitió en público. Sus padres venían de Europa; su papá era cocinero por las noches y cartero de día. Su hermosa madre dedicaba las madrugadas a cocer... Leer más →

Temblores

Nav Melech.- Esperé los mejores años de mi vida a que ella saliera de clase. Mientras tanto fumé los peores cigarros, y tomé los cafés más detestables, leí periódicos viejos, y escribí sobre personas que se perdieron en el mundo y en el tiempo. Esperé todas las tardes de lunes a sábado a que Marlén... Leer más →

Hilda

Nav Melech.- Supe que Hilda había muerto cuando llegó el viernes y no estaba encendido su incienso. Años atrás detesté enormemente el olor, la ceniza, el humo constante en mi frente; pero ahora el olor a copal desprende las últimas lágrimas que me quedan en el cuerpo.  Dos años antes de que naciera mi hija,... Leer más →

Fantasmas

.- Nav Melech Gabriel se despidió de Eusebio con lágrimas en los ojos. Ambos se sostuvieron en un abrazo largo, sin dolor ni tristeza, caluroso, fraterno y con risas infantiles que irrumpían la seriedad del momento. Hugo y Fernanda esperaron impacientes a su padre Gabriel, en la entrada del hogar donde crecieron. Gabriel dió su... Leer más →

Gracias

Nav Melech.- Cuando pienso en la izquierda mexicana no pienso en ningún movimiento social, o siquiera en algún razonamiento político, o un adoctrinamiento sistemático, asambleísmo ideológico, sistematización de los cuadros, o hasta del marxismo-leninismo, sino todo lo contrario, cuando pienso en la izquierda mexicana lo primero que llega a mi mente es la sonrisa de... Leer más →

Candidato

Nav Melech.- Dejé de escribir cuando uno de mis muchos fantasmas contestó detrás de mí. No era la primera vez que sucedía, pero en esta ocasión sus palabras tenían razón: “Es momento de hacer las cosas bien.” Tomé mis tres libros, dos plantas de sombra, mi pipa, para así volver a casa de mi madre... Leer más →

Maestro

Mis salones preferidos eran los de primaria. Ellos no tenían miedo a equivocarse, sino todo lo contrario, gritaban números equivocados y no les generaba ninguna culpa estar en el camino incorrecto.

Volveremos a vernos

Nav Melech.- Ella se convirtió en un susurro, un poema inconcluso, el derrame más hermoso de felicidad en este mundo tan impune y volátil. Se volvió una pesadilla de flores en mi mente y mis conversaciones. Y algún día espero encontrar sus ojos en el camino al paraíso; escuchar su voz al tenerme en sus... Leer más →

Para mí

Nav Melech.- He escrito incansablemente de tantas personas que ya no están, y la verdad es que no sabría dar la explicación concreta del por qué lo hago; solo sé que un día surgieron de mí las decenas palabras, y como una fuente desbordada, las letras se desbocaron a caudales, y hasta la fecha no... Leer más →

Verónica

Nav Melech.- A mi hermosa Verónica: Primero que nada, mi amor, quiero desearte el cumpleaños más hermoso del mundo. Diecisiete años no parecen mucho; sé que apenas estás mirando a la realidad directamente a los ojos y comienzas a enamorarte de ella. Todo eso yo lo sé, porque a esa edad me embaracé de tí,... Leer más →

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