Rubén Cortés.-
Es la más reciente demostración de la fobia del presidente a la transparencia de la información: blindó la declaración patrimonial de 23 ingenieros militares responsables del AIFA. Así es él, desde que blindó todo sobre los 2dos Pisos del Periférico.
Pero, eso: estar bajo el escrutinio público, es el precio que están pagando los militares mexicanos por haberse metido en política, durante el actual gobierno, después que a lo largo de muchos sexenios se acogieron a la frialdad apolítica institucional.
Porque el general Crescencio Sandoval se puso a las órdenes del presidente, cuando éste sacó a los empresarios del poder político y metió a los militares, para instaurar el poder invasivo de las armas, como en Rusia, Cuba, Venezuela, Nicaragua.
Aunque, como sea, al blindar la declaración patrimonial de 23 ingenieros militares responsables del AIFA el presidente hace lo que acostumbra: violar la ley, pues las declaraciones patrimoniales son para rendir cuentas, para transparentar y evitar corrupción.
Tampoco es que la ley le importe a este presidente, quien advirtió el seis de abril pasado: “A mí no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”. Y menos todavía si se trata del Ejército, sector en el cual descansa la mayor parte de su poder.
Sin embargo, el caso es que, pese a no tener consecuencias en este momento, los militares están bajo la lupa de la parte de la sociedad preocupada por el incremento de la corrupción, durante la actual administración.
Por eso se sabe que la socia de una empresa proveedora del Ejército le vendió al general secretario un departamento de lujo, de 407 metros cuadrados, en Bosque Real, Huixquilucan. A cambio, la socia obtuvo un jugoso contrato del Ejército.
Es un departamento de 30 millones, pero el general secretario lo consiguió en nueve millones. No olvidemos que el general dice que “para nosotros es un timbre de orgullo poder contribuir al proyecto de nación que el presidente impulsa desde su gobierno”.

Además, el propio general (más esposa, hija, hijo, nuera, nieta, consuegra, amigos y amigas) va en jets de compras, paseos y cenas a Nueva York, Moscú o Florencia, Denver, Milán, Roma, Santo Domingo y Colorado: pagados por el erario.
Mientras mande el populismo castrochavista en México, los militares estarán protegidos. Pero no está de más saber que son servidores públicos y se deben a la Ley General de Responsabilidades Administrativas y de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
Y ya la Corte restableció el INAI, aplastado por el actual presidente, aunque esa institución fue uno de los principales logros de nuestra transición democrática y fue usada por el grupo político que hoy gobierna para destapar casos de corrupción.
Claro, cuando era oposición.
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