Dante Pinal.-
Gracias a las remesas enviadas por mexicanos migrantes que viven en el extranjero, nuestro país recibió más de 40 mil 600 millones de dólares en 2020, lo cual representa un incremento del 11.4 por ciento con respecto a 2019, reportó el Banco de México.
Estas cantidades provenientes de nuestros connacionales que viven principalmente en Estados Unidos, representa ya la segunda fuente de divisas para el país, después de las exportaciones automotrices, y constituyen un importante ingreso para millones de personas.
Jalisco, Michoacán y Guanajuato, encabezan la lista de 14 entidades de la República Mexicana, que recibieron un mayor porcentaje de remesas el año pasado.
De acuerdo a datos del propio Banco de México, nuestro país se ubica en el tercer lugar mundial en captación de remesas, siendo India y China, los países que ocupan los primeros lugares en este rubro.
Por este invaluable apoyo, miles de familias pudieron salir delante de los devastadores efectos causados por la crisis sanitaria y económica que prevalece en el país.
Por este nuevo record de remesas, especialistas consideran que representó el 3.8 por ciento del Producto Interno Bruto nacional. Además señalan que gracias a los estímulos fiscales que el gobierno de Estados Unidos aportó a los migrantes mexicanos, por la pandemia del coronavirus, les permitió obtener un ingreso extra y una mayor capacidad para enviar más apoyos económicos a sus familiares.

El aumento de las remesas no es un logro del gobierno, ni es un indicador de éxito de la actual administración, los migrantes envían mayor cantidad de dinero en apoyo de sus familias.
Desde sexenios anteriores todos los presidentes han utilizado a las remesas, como un indicador de éxito y confianza.
Pero es falso, los migrantes envían mayores cantidades de recursos ante la falta de oportunidades laborales de sus familias, con todo y las ideas transformadoras del actual gobierno, que a pesar del incremento de sus programas sociales, no encuentra la fórmula idónea para atacar los altos niveles de pobreza y marginación social.
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