La encuesta patito

Dante Pinal.-

Igual que sucedió con la cancelación del aeropuerto en Texcoco; para enjuiciar a los ex presidentes; para la revocación del mandato, el presidente López Obrador vuelve a utilizar el método de consultas populares ahora para conseguir el apoyo del “pueblo bueno”, en su afán que el ejército continúe realizando las tareas de seguridad hasta 2028.

Nadie duda que tanto el ejército como la marina tienen altos niveles de aceptación como instituciones del Estado, contrario a la campaña gubernamental para que se acepte la propuesta presidencial, en qué se basa la insistencia de que el ejército continúe en las calles si se ha convertido exclusivamente en un expectante más y ve pasar convoyes de la delincuencia organizada sin hacer absolutamente nada.

Como es de todos conocido, durante años la critica más utilizada por el propio López Obrador fue el despliegue de las fuerzas armadas para detener a los grupos delincuenciales, la gran diferencia es que varios de las detenciones de cabecillas de la delincuencia las orquestaba la marina o el ejército.

Pero como el jefe del ejecutivo realmente no tiene memoria, ahora utiliza todo el poder gubernamental para amedrentar a diputados y senadores (varios de ellos sin pudor alguno traicionando sus propios ideales) para obtener los votos a una de sus mas cuestionadas reformas.

Además, en el gobierno de transparencia no tan transparente ¿quién será el encargado de realizar la consulta, acaso será Morena? Pues seremos testigos del acarreo y compra de firmas y no pasaran de los 2 o 3 millones de seguidores  que es la fuerza real del partido en el poder.

El presidente tratará de de sentir el respaldo del “pueblo bueno” aunque miles de personas participen bajo las amenazas de perder su lugar dentro de los programas sociales, estas prácticas de amenazar a la población a cambio de una firma es una de las grandes herencias que dejará para la posteridad el presidente López Obrador y su partido.