Un millón de muertes

Dante Pinal.-

El INEGI dio a conocer datos sobre la mortandad en nuestro país el año 2020, donde se registraron las tasas más altas de fallecidos por consecuencia del Coronavirus. Un millón 76 mil muertos es el balance en solo un año.

300 mil fallecidos fue el exceso de mortalidad, los números coinciden con el inicio de la pandemia Covid-19 en marzo de 2020.

El INEGI indica que el 92 por ciento del millón de fallecidos, las causas fueron el coronavirus en mayor número, seguidos por enfermedades del corazón y diabetes.

La medición es creíble ya que el INEGI fundamenta sus cifras, con base en el número de defunciones registradas por el propio Consejo Nacional de Población y las agencias del Ministerio Público aun y a pesar que los médicos forenses no podían extender los certificados de defunción por la falta de papelería.

El grupo que más muertes registro, fueron las personas de 65 años en adelante con el 48.32 por ciento, convirtiéndose en la primera causa de mortandad en el país.

Estas cifras son imposibles que las autoridades de la 4a transformación pueda ocultar. Son datos donde se realza el descalabro de los programas de salud para detener el número de contagios.

El desdén que el gobierno demostró del virus del siglo desde sus inicios por el propio Hugo López-Gatell, designado para elaborar acciones de contención y evitar el contagio masivo, fue rebasado desde los primeros días al denominar el Covid-19, como “una simple gripita”.

Esa simple gripa de López-Gatell repercutió en más de un millón de muertos en 2020, imaginemos cuál serán los resultados previos al inicio de vacunación.

Lo que sí se puede asegurar es que la reputación de los titulares de Salud, quedará en entredicho por las serias deficiencias en el manejo del coronavirus.

¿Quién o quienes serán los responsables directos del fallecimiento de miles de muertos? ¿El gobierno aceptará su responsabilidad histórica por las cifras de mortandad del Covid-19?

Como siempre sucede y más en la 4T, nunca los sabremos, o acaso será muchos años después, los morenistas son expertos en reservar la información que no les conviene se dé a conocer.