Dante Pinal*
Desde Baja California Sur, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ratificó su confianza al doctor Hugo López-Gatell para que continúe al frente de la lucha contra el Covid-19.
En su manera muy propia de responder a las críticas en contra de los funcionarios del gobierno, el jefe del Ejecutivo señaló que “por cuestiones políticas, por politiquería, nuestros adversarios o quienes no están de acuerdo con la estrategia que se ha seguido, han lanzado una campaña en contra del doctor López-Gatell y yo lo considero un profesional de primer orden y tiene nuestro apoyo…”
Además insiste en subrayar que se aplanó la curva, que no se han saturado los hospitales y que ha habido un manejo responsable de parte de los científicos y especialistas del sector salud.
Sin embargo, los números dicen otra cosa. Hasta ayer los contagiados confirmados eran 462 mil 690, y el número de mexicanos fallecidos alcanzó la cifra de 50 mil 517.

A pesar de los datos anteriores, el presidente reiteró que no habrá cambios en la estrategia de salud implementada por López-Gatell.
La pregunta es la siguiente, cuántos fallecidos más tiene que haber para que el Gobierno de un giro de 360 grados y recomponga y reconozca que su estrategia no ha sido la adecuada para contener los estragos del Covid-19.
¿Cuántos mexicanos más tienen que contagiarse para que los “científicos del sector salud”, reconsideren y propongan endurecer las medidas sanitarias a efecto de detener el números de contagiados y evitar se continúe propagando peligrosamente?
El asunto no es el de compararse con otros países y menos con aquellos que, gracias a las estrategias de prevención asumidas oportunamente, han logrado detener y dominar la famosa curva.
Lo relevante es responder sobre qué vamos a hacer, como país, para detener el ascenso de contagiados y fallecidos. Es momento de llamar a la unidad nacional para que todos nos sumemos y evitar la propagación de este peligros virus, el más letal en los últimos cien años.
De nada sirve insistir sobre la politiquería y señalar que adversarios al gobierno solo quieren desestabilizar y criticar las medidas adoptadas por la actual administración. El discurso de confrontación e intolerancia no ayuda para detener esta severa pandemia y solo nos confronta más a los mexicanos.
*Comunicólogo
Deja un comentario